ULISES Y SU COMPLEJO AVENTURERO* (5)
*La identificación, denominación y descripción del concepto de Complejo de Ulises (como también la del Complejo de Penélope) es una contribución de Jordi Oller Vallejo a la teoría de la vinculación-individuación.
Ulises es un personaje mitológico, rey de Ítaca, protagonista de la Odisea, el poema épico griego escrito por Homero. El tema central lo constituye lo que denomino el regreso a Ítaca (trato sobre este tema en el epílogo: El integrador regreso a Ítaca), pues es Ítaca de donde Ulises partió para ir a participar en la guerra de Troya. Y al regresar, va pasando por variedad de aventuras que retrasan su regreso, pese a que lo que él quiere realmente es llegar a Ítaca. Entre estas aventuras destacan las que vive con mujeres, tales como Calipso, Circe y Nausicaa, quienes, enamoradas de Ulises, quieren retenerle en contra de su voluntad. Mientras tanto, su paciente y fiel esposa Penélope le espera en Ítaca, aguardando su regreso y rechazando a los pretendientes que quieren conquistarla para hacerse con el trono de Ulises. Hasta aquí, en resumen, esta es la historia del rey de Ítaca, la cual utilizo como metáfora de lo que denomino el complejo de Ulises, que es una versión aparentemente individuadora del complejo de Edipo, al cual se le encuentra principalmente en la vida adulta.
En la vida real, el complejo de Ulises se manifiesta por aquella persona, sea hombre o mujer, que teniendo una relación afectiva y sexual con otra, siempre acaba rechazando formar un vínculo afectivo con ella, especialmente cuando ésta quiere obtener un compromiso. En cambio, es frecuente que no se la rechace para la relación sexual, sopena de que llegue a ponerse demasiado pesada en lo de querer un vínculo comprometido, pues entonces ni eso, sino que entonces lo usual es que se acabe con la relación, para pasar a buscar otra. La evitación reiterada del compromiso por parte de quien padece el complejo de Ulises es justificada en nombre de la propia libertad, lo que parece individuador, pero que, desde luego, no es lo verdadero. Recordemos que, en la Odisea, lo que Ulises auténticamente quería, aunque se entretuviera con las mujeres que encontraba por el camino, era regresar a Ítaca con su amada Penélope. Es decir, que en la vida de toda persona que manifiesta el complejo de Ulises, podemos encontrar la existencia de "una Penélope". Por ejemplo, cuando la persona es hombre, puede tratarse de la esposa, la novia, la ex-esposa o ex-novia a la que se sigue vinculado, una mujer de la que está enamorado, una mujer imaginaria idealizada o, en el caso más obviamente edípico, la madre.
En el complejo de Ulises subyace una fijación edípica a la figura cuidadora de sexo opuesto de la infancia, que ahora suele materializarse transferencialemente en una persona con quien se tiene un vínculo afectivo, aunque no es necesario que se trate de una pareja socialmente reconocida e incluso puede ser que no vivan juntos. Pero, desde luego, se trata de un vínculo edípico. En el caso más socialmente ostensible, son personas que viven como pareja e incluso como matrimonio, pero una de ellas, además, también va manteniendo relaciones afectivas y sexuales con otras, pero sin llegar nunca al punto de dejar a su pareja edípica. Por lo general, se trata de un comportamiento que es típicamente propio del hombre, aunque también hay casos en que es la mujer quien lo manifiesta. Sea cual sea el caso, la tercera persona involucrada es la víctima edípica, aunque probablemente también tiene sus propios asuntos no resueltos implicados en la situación, pues nunca llega a lograr ningún compromiso de la persona con quien comparte su afecto y su sexualidad, muchas veces de manera exclusiva, mientras la otra tiene además a su pareja. En ocasiones, el complejo de Ulises es vivido a la vez por los dos miembros de la pareja, justificado en una aparente madurez personal que los dos creen poseer y que les justifica para poder practicar el amor libre o ser una pareja liberal. Pero, en el fondo, se trata sólo de un autoengaño edípico inconsciente, sólo individuador en apariencia.
