NUESTRAS CONDUCTAS PASIVAS (4)


Aunque generalmente se habla de los descuentos como de algo observable, el verdadero proceso de descontar tiene lugar internamente, manifestándose entonces su resultado externamente, principalmente a través de la grandiosidad, la sobregeneralización, el detallismo, la redefinición y también de las denominadas conductas pasivas. Kertész (1977) llama también conductas no productivas a las conductas pasivas, pues, de hecho, puede haber mucha energía y actividad en ellas, pero sin una utilidad funcional o que no es proporcional a la energía invertida. Las conductas pasivas son las siguientes:

Cuando no hacemos inhibimos nuestra capacidad de actuar, pensar o sentir, invitando a que otras personas lo hagan por nosotros. Por ejemplo, en un grupo alguien pregunta algo que no sabemos y entonces actuamos cómo que la pregunta no va con nosotros, en vez de decir que no lo sabemos. Cuando nos sobreadaptamos actuamos, pensamos o sentimos según objetivos o necesidades de otras personas, no tomando en cuenta las propias. Estos objetivos o necesidades de los demás pueden ser reales para ellos o puede simplemente que los imaginemos, que los supongamos. Por ejemplo, en un grupo alguien pregunta algo que no sabemos, pero en vez de decir que no lo sabemos, respondemos otra cosa que "creemos" que también pregunta o que puede interesarle, pero que realmente no ha preguntado ni le interesa.

Cuando nos agitamos o inquietamos, actuamos, pensamos o sentimos de maneras más bien irracionales e improductivas, que no tienen una clara utilidad funcional. Por ejemplo, cuando en un grupo alguien pregunta algo que no sabemos, comenzamos a mover nerviosamente la pierna, a mirar para todos lados, a rascarnos la cabeza, a tamborilear los dedos, etc., en vez de decir que no lo sabemos. Esta conducta pasiva de agitarse es lo que coloquialmente se llama "ponerse nervioso". Cuando nos violentamos actuamos, pensamos o sentimos agresivamente hacia el exterior, tambien de manera más bien improductiva. Por ejemplo, cuando en un grupo alguien pregunta algo que no sabemos, nos marchamos dando un portazo, enojados justificadamente por su "estúpida" pregunta, en vez de reconocer que no sabemos la respuesta. Esta conducta pasiva de violentarse es lo que coloquialmente se llama "cabrearse".

Por último, cuando nos incapacitamos actuamos, pensamos o sentimos destructivamente hacia nosotros mismos. Por ejemplo, cuando en un grupo alguien pregunta algo que no sabemos, en vez de decir que no lo sabemos, por la la tensión nos coge un dolor de cabeza que nos justifica de no poder estar por responder. La mayoría de las somatizaciones son conductas pasivas de incapacitación.

Las conductas pasivas nos sirven para iniciar y mantener negativas relaciones de simbiosis con los demás, repitiendo las que tuvimos en nuestra infancia y en las que quedaron asuntos no resueltos.

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