LAS INSTANCIAS FREUDIANAS,
LOS ÓRGANOS PSÍQUICOS
Y LOS ESTADOS DEL YO


El texto que sigue es la reproducción en español del resumen, la introducción y el temario de mi artículo "Las instancias freudianas, los órganos psíquicos y los estados del yo", publicado originalmente en inglés en el vol. 36, nº 1, de Enero de 2006, de la revista Transactional Analysis Journal - TAJ, editada por la International Transactional Analysis Association - ITAA. En el citado artículo consto como Jorge Oller Vallejo.


RESUMEN

Este artículo presenta un enfoque sobre la relación entre las instancias freudianas y los órganos psíquicos, en tanto que componentes estructurales en la formación de los estados de yo, tanto históricos, como funcionales. También presenta una perspectiva integradora en esta materia, teniendo en cuenta el inconsciente, el preconsciente y el consciente.

INTRODUCCIÓN

Resumiendo la contribución de Berne (1961/1980) para al entendimiento de la personalidad humana, éste diferenció los estados del yo, los órganos psíquicos y los determinantes, los cuales establecen la programación, que es de tres tipos. La programación interna procede de fuerzas biológicas endógenas (o instintivas), la programación de probabilidad procede del proceso autónomo (racional) de datos, basado en la experiencia pasada, y la programación externa procede de lo incorporado (por imitación) del exterior. Estos tres tipos de programación están organizados respectivamente por la arqueopsique, la neopsique y la exteropsique, los tres órganos psíquicos sobre los que Berne postulaba. ¿Pero si los determinantes establecen la programación y esta programación está organizada por los órganos psíquicos (lo cual me parece un razonamiento tautológico), ¿cuál es la relación entre los determinantes y los órganos psíquicos?

El tema de los determinantes no está claro en la contribución de Berne, aunque él consideró que eran "un vínculo estructural fecundo entre la teoría psicoanalítica y el análisis transaccional" (Berne, 1966, pág. 298). Y aunque al principio Berne (1961/1980) dijo que los determinantes sólo parecían similares a las instancias freudianas (Freud, 1940/1949), más tarde los identificó claramente con el superego, el ego y el id, considerándolos decisivos en la formación de los estados del yo (Berne, 1966). Pero por otra parte, Berne también consideró a los órganos psíquicos decisivos en la formación de los estados del yo, pareciendo tener las mismas o similares características que las instancias freudianas y viceversa (Berne, 1961/1980). Sin embargo, él no siempre usó el concepto de órganos psíquicos de una manera inequívoca y consistente, aunque utilizó términos que aluden a una base neurológica. En un momento dado, escribió: "Algunos pueden preferir utilizar los términos de exteropsique, neopsique y arqueopsique, en vez de Padre, Adulto y Niño, pero el tema de la terminología, no es el asunto fundamental" (Berne, 1957/1977, pág. 133).

Berne, deseando encontrar un fundamento estructural para los estados del yo, parece que exploró tanto en la neurología como en las instancias freudianas, en su búsqueda de una fundamentación para los estados del yo y los órganos psíquicos. En este proceso, obviamente él estaba influenciado por su larga orientación hacia el psicoanálisis. Y así, mientras a veces intentó usar una terminología "biológica" para el análisis transaccional, otras veces intentó usar la terminología freudiana. De hecho, incluso consideró que "en las discusiones formales es preferible adherirse a la formulaciones originales de Freud" (Berne, 1961/1980, pág. 243).

En mi más reciente artículo "Substrato neurológico de los estados del yo básicos" (Oller-Vallejo, 2005), me referí al interés de Berne (1966) en encontrar una explicación psicobiológica que apoyara sus descubrimientos. También describí mi enfoque sobre los tres macro-sistemas cerebrales básicos: el sistema cuidador, el sistema individuador y el sistema buiscador y receptor de cuidados, sobre los que se sustenta la manifestación de los tres estados del yo funcionales básicos. Y además, describí tres grupos cerebrales primarios: el cerebro instintivo-emocional, el cerebro imitativo y el cerebro racional. Todos estos grupos cerebrales contribuyen en cada uno de los macro-sistemas citados, y los considero el substrato neurológico de los órganos psíquicos, es decir, de la arqueopsique, la exteropsique y la neopsique, respectivamente.

En el presente artículo, mi propósito es ampliar estas ideas y compartir mi enfoque sobre la relación entre los órganos psíquicos y las instancias freudianas, así como sobre el inconsciente, el preconsciente y el consciente, presentando una perspectiva integradora. Para ello, tengo en cuenta mis trabajos anteriores (Oller-Vallejo, 1997, 2001a, 2001b, 2003, 2004, 2005) sobre la diferente dinámica estructural dentro del los tres estados del yo básicos, según sean los estados del yo históricos o biográficos (que se denominan así para referirse a su origen disfuncional en el pasado) o los estados del yo funcionales (que se denominan así para referirse a su utilidad saludable en el presente).

Resumiendo algunos aspectos de mis contribuciones, desde mi punto de vista, el enfoque histórico o biográfico fue el primero que Berne uso, considerándolo particularmente útil en la terapia. Pero en este enfoque, la manifestación de los tres estados del yo básicos, es resultado de un control disfuncional por parte de la exteropsique, la neopsique o la arqueopsique, de manera que cada órgano psíquico descuenta e incluso excluye a los otros dos. Debido a necesidades de supervivencia, en este proceso, en alguna manera cada uno de los órganos psíquicos, descuenta o excluye a los otros dos, manifestándose entonces el Padre Introyectado, el Adulto Robotizado o el Niño Regresivo (Figura 1a) (Oller-Vallejo, 2005). Este tipo de exclusión puede considerarse similar al que Berne (1961/1980) especuló refiriéndose a los estados del yo, pero que aquí lo refiero a los órganos psíquicos. Contrariamente, en el enfoque funcional, también iniciado por Berne, cada tipo de estado del yo resulta de un control inclusivo o integrador de cada órgano psíquico, que permite la contribución de los tres órganos psíquicos, de una manera saludable, sustentados cada uno en su correspondiente grupo cerebral. Y esta triple contribución psíquica y neurológica, en cada uno de los tres macro-sistemas cerebrales básicos, fundamenta la manifestación de los que llamo Padre Cuidador, Adulto Individuador y Niño Cuidado (Oller-Vallejo, 2001a, 2003, 2005) (Figura 1c).



Figura 1
Un enfoque estructural de los estados del yo

Desde otro punto de vista, el Padre Introyectado, el Adulto Robotizado y el Niño Regresivo, son las manifestaciones disfuncionales o negativas del Padre Cuidador, el Adulto Individuador y el Niño Cuidado, respectivamente. No obstante, en este contexto, la idea de "disfuncional" o "negativo", sólo debe entenderse en un sentido relativo, pues, por otra parte, estas manifestaciones representan las mejores opciones que la persona ha encontrado para sobrevivir, es decir, que también tiene su "función". Y así, por ejemplo, el propósito del Padre Introyectado es también dar cuidados, a sí mismo o a los demás, aunque estos cuidados sean, de hecho, negativos, y a pesar de que a veces su negatividad no es claramente evidente (como, por ejemplo, sucede con los mandatos de contraguión). Las manifestaciones cuidadoras (Oller-Vallejo, 2001a), al igual que las caricias, puede ser positivas o negativas. Cuando son negativas, no sólo incluyen dar protección y nutrición insaludables, sino también aquellas conductas, mensajes, enseñanzas e incluso objetos, que, en tanto que cuidados, están contraindicados para un desarrollo saludable, aunque la persona los adopta para sobrevivir y puede transmitirlos a los demás con el Padre Cuidador Introyectado.


El artículo está subdividido en:

  • Resumen (que es el texto reproducido)..
  • Introducción (que es también el texto reproducido)..
  • Las instancias freudianas no se corresponden con los estados del yo.
  • La relación entre las instancias freudianas y los órganos psíquicos.
  • Conclusión.
  • Referencias bibliográficas.